Dispuesto a sentir, no a admitir.

Ahoga un gemido, estremeciéndose ante su acción. Lo odia por un par de segundos, no le responde, orgullosa.

-Vamos.. - Mordisque apenas allí, en su cuello, el cual sabía, era su punto debil.

Se estremece nuevamente al sentirlo ahí. - Scorpius.. - Susurra involuntariamente.

-Ahm.. - Recorriendo con su boca y su lengua desde su cuello a uno de sus hombros, dando el contacto de vez en cuando de ambos sexos. No pararía hasta que no lo dijiera.

Gime ahogado una vez. Vuelve a cerrar fuerte sus ojos, aprieta su mandibula sin querer terminar esa frase.

Admitelo... - Musita, en su cuello ahora, antes de volver a entrar en ella, haciendola suya completamente.

- TedeseoScorpius.. - Susurra rápido, casi inaudible, jadeante.

Sonrie con autoficiencia extrema, - Cómo? - Musita, tremendamente jodido. Acaricia su cintura, suave en ella.

- Tonto.. - Reprocha entre jadeos suaves y otros màs fuertes.

-Pero deseado.. - Susurra, buscando sus labios ahora, empedernido con ellos.
Va saliendo de ella de a poco, cuidadoso.

Gime una vez màs, perdiendose nuevamente en sus labios.

Deja una de sus manos a su cuello, y luego a su cabello. Sube a sus labios y con la ayuda de su mano la atrae más contra él, si es posible.

Ahora solo se deja hacer por el, sin necesidad de decirle nada o hacer nada. Todos y cada uno de sus gestos demuestran lo que ella siente por el y así se conforma.

La besa con suavidad, ya fuera de ella. Su primera vez había sido para conocerse, pero ahora, esta vez, había sentimientos admitidos en el medio. Él sabe que ella lo quiere, y ella, debería saber lo que era para él.

Todo en el le encanta. Sobre todo lo cuidado que es con ella. Permanece en sus labios, apegada a él,

Se queda a su lado, ya que el sillón era lo suficientente grande, la abraza por la cintura, para luego besar su cabello, mirandola.

Le sonrie suave, mientras sus mejillas tornan un suave tono rojizo.

Acaricia su rostro, aún con una respiración agitada. La recarga sobre su pecho, y la refugía allí.

Logra dibujar en su rostro una diminuta sonrisa, acomodando su cabeza en su pecho, sintiendose protegida por el.

Abraza su cintura, apegandola más a él. Se mueve apenas un poco, en sueños.

Se abraza con suavidad a él, sin moverse demasiado para no molestarlo. Mira a un punto fijo pensando en todo eso que le está ocurriendo tan deprisa.

Suspira en sueños, con sus párpados apenas temblandole.

Ya màs distraida va cerrando los ojos de a poco, durmiendose a su lado.

Estaba cansado y tenía que admitirlo. Pero no cambiaría ese tipo de cosas por nada ni nadie.

Duerme plácida abrazada a él, no lo quiere dejar ir. Ni siquiera se mueve.