Dispuesto a sentir, no a admitir.

-Emm, lo dudo.. - Murmura, para quedarse mirandola. Fijo y sin vueltas.

Es tanto su hábito de morderse el labio inferior que ahora está rojo, tan fragil pero besable a la vez que es tentador. Solo mantiene su mirada fija a la de el.

Y se contiene como puede, pero va a esperar que ella reaccione. Despues de todo ella era la que no quería que la besase. Sólo la mira, obligado a sus ojos.

Ahora encuentra una razón màs por la que no pueden estar juntos: se viven peleando por alguno que otro motivo así sea o no estúpido. Pero no puede evitarlo, solo pasa. Apenas amaga a levantar un poco su mano para llevarla a sus labios pero detiene rapidamente esta acción.

Ladea el cuello al ver lo que hace. Una leve sonrisa casi no notoria, y de aquel estilo arrogante se le dibuja en el rostro, tipico de él.

Frunce apenas el ceño al notar esa sonrisa en su rostro, conociéndola de memoria. Frunce los labios solo un poco.

Se acerca apenas para rozar aquellos labios ahora fruncidos, ocasionando que estuviera aún más cerca. No deja la sonrisa, y se queda allí, sin llegar a besarla.

Entreabre la boca para decirle algo, pero se echa atrás en el momento permaneciendo en ese silencio que los inunda hace rato.

Aún la mira, tranquilo de más. De vez en cuando se relame los labios, pero no por lujurioso, si no por sequedad. Aquel gesto, más la sonrisa que no dejaba de lado, lo hacián parecer un real pervertido.

Ella solo se contiene porque su orgullo vale màs, o al menos así piensa ahora.

Odia tener que mirarla y no poder tocarla. No lo aguanta. - Adiós, Rose. - Murmura, olvidando su corbata y caminando a la puerta.

Se queda quieta, en silencio, como tonta, sin reaccioanr demasiado. Quiere voltear e ir a buscarlo pero no sabe con que excusa.

Se da vuelta -Y si encuentras mi corbata, ya que té me la sacaste, avisame..-Murmura. Sale antes de que cambie de idea.

- Scorpius.. - Lo llama inutilmente pero ya no esta. Suspira encontrando la corbata en el sueter de su uniforme.