Dispuesto a sentir, no a admitir.

-Te agrada torturar a la gente? O lo haces como si nada? - Pregunta frunciendo el ceño. Se levanta del sillón, y busca su camisa con la mirada. Se recarga en una pared mientras bufa al no encontrarla. Juguetea con su corbata entre sus dedos, pensativo.

- Ya te lo dije, nunca querría torturarte - Repite calma. Lo sigue con la mirada, permaneciendo en su lugar. A la vista es tan atrayente que puede ser molesta o realmente seductora.

Es que, su voz lo volvía loco, toda ella lo volvía loco. Pero siempre dejaría esa estúpida barrera. Levanta la mirada para encontrarse con la de ella - Qué quieres de mi.. - Susurra, ya a disposición total de ella.

Se acerca màs a él. - Te quiero a tí - Suelta de una vez por todas, susurrandole al oído.

[me fuí, teaamo, beso ]

Toma con una mano su hombro, y la hecha apenas para atrás - No entiendes que no es tan fácil... No podemos estar juntos.. - Musita, empezando con la perorata.

- Dime una razón - Pide sencilla, odiandose por un momento.

-Porque si, y ya Rose, nos odiamos toda nuestra vida, nuestras familias se odian, una Weasley y un Malfoy, por Merlín! - Estalla, era algo anormal para él, y no le importaban lo que los demás decián, si no lo que él mism.

- No digas más - Pide en un susurro al escuchar la parte de Weasley-Malfoy.
Baja su mirada deteniendo cualquier contacto o roce con él.

-Hay algo que no entiendes - Le especta, acercandose nuevamente a ella - Es por mi no por ti -Aclara, suave.

Rueda los ojos conociendo a la perfección esa frase, sientiendose inutil aunque no entiende porqué. Da un par de cortos pasos hacia atrás, sin querer hacerlo pero teniendo que.

Ladea el cuello, negando con la cabeza. Es que no la entiende - Rose Weasley, que no te das cuenta que no tienes nada de malo, que soy yo el imbecil y cobarde? ¿O tengo que explicartelo como a niños los 5 años? - Murmura a regañadientes, ya no sabe que hacer, ya no sabe que decirle.

-No éres un imbecil y tampoco un cobarde. No quieres estar conmigo, punto - La lastiman sus propias palabras pero apenas empieza y tiene más para soltar.

-No digas estúpideces Rose, me has visto? Notaste mi estado? - Se señala, viendo todo tan logico.

-Si te he visto, y no veo problema alguno - Para ella son solo excusas.

Niega con la cabeza, mirandola - Cómo quieres que te lo explique? - Bufa, le pasa por al lado, va al sillon.

-No necesito que me expliques nada... - Murmura teniendo en su mente lo idiota que es por creer realmente que el podía sentir algo por ella. Solo es un trofeo más.

Se sienta, sin dejar de mirarla - Ven aquí Rose..- Pide, demandante pero tranquilo.

Niega con su cabeza despacio, sin querer acercarse u oír alguna palabra màs. Se siente una niña pequeña que no sabe donde ocultarse para que no le hagan daño, muy vulnerable y frágil.

-Rose, ven aquí - Sigue mirandola, casi ordenando.

- No.. - Susurra con un tono de voz aniñado, sin mirarlo.

-Rose Weasley, quieras o no que te diga, vendras aquí - Ordena, no quería llegar al punto de verlo enojado. Además, no era nada malo lo que quería hacerle.. o si?

Se acerca pero solo unos pasos manteniendo casi la misma distancia que antes, niña.

Frunce los labios, mirandola - Ven aquí - Repite, pausado. Mirandola desde su lugar, impaciente.

Rueda los ojos. Se acerca tal y como el habia dicho. - ¿Mejor? - Niña.

Solo la mira desde abajo, ya que él estaba sentado y ella en frente. La toma de la cintura y la empuja hacía él. Besandola apasionado, como furioso.