Dispuesto a sentir, no a admitir.

Aparta su rostro, para que no la bese.

Enarca sus cejas, mirandola. Le toma los brazos y la deja suavemente sobre la pared. Pasea sus labios por los suyos, por su rostro. Poniendo una minima fuerza.

Se deja hacer en lo primero, pero sigue firme en su decisión de no dejar que la bese. No iba a golpearlo, pero el no iba a besarla.

-No me vas a dejaaar.. - Pucherea, niño. Dejando su nariz en su mandíbula.

No lo mira porque sabe que va a terminar cediendo, en cambio, mira al techo o cualquier cosa por ahí. - No Scorpius - Firme, tranquila.

Sonrie amplio, crío. - Quiéres que me valla..? - Susurra, volviendo a mirarla ahora, calmo.

- Si quieres irte y dejarme así ... para que después entre cualquier demente y me haga cualquier cosa que recaiga en tu consciencia, puedes irte - Víctima. Señalandose en la pequeña pausa.

-No me es mucho trabajo.. - Susurra, va donde su ropa, y se la alcanza - O te la pones, o te la pones.. - Dice, sonriendole.

Se cruza de brazos, recargada apenas contra la pared, sintiendo el frío en su espalda desnuda. Niega ampliamente con su cabeza, niña.

-Entonces les diré a todos que tuve a Rose Weasley enfrente, y la muy desvergonzada no quería cambiarse, y sólo quería que la siguiera viendo desnuda - Le sonrie, lograría ponerle la ropa de un modo u otro, y se iría, a menos que no lo dejara besarla.

- Entonces les diré que el pervertido de Scorpius Malfoy me hizo ciertas cosas y no me dejaba cambiarme porque quería seguir viendome desnuda - Contraataca infantil, sin desmostrarlo en absoluto.

-Pero eso, querida, es algo tipico mío. En cambio, andar excibiendote en frente de mi.. - Niega con la cabeza, chasqueando la lengua. Astuto.

- Pero todos creeran que fue en contra de mi voluntad - Inocente conociendo perfectamente a los chismosos de Hogwarts.

Se encoje de hombros, mirandola - De todas maneras no me importa lo que ellos digan o piensen, y si planeas hacerme sentir culpable por dejarte en este estado.. Tú crees que me importa? - Él sabía que los chismes sobre ellos ya habían circulado de sobra, y por eso mismo, nadie se metería con Rose. ¿Para luego verselas con el hijo del ex-mortifago? Si, como no.

Frunce ligeramente el ceño apenas, se acerca y toma su ropa de un tirón. Comenzando a vestirse sin contestarle siquiera.

Sonrie triunfal, recargandose en la pared - Ahora, me dejaras besarte, o debo irme.. - Le pregunta, se mira a si mismo y niega con la cabeza, admirandose. Egocentrico.

Se encoge leve de hombros, comenzando a abotonarse la camisa ya con su falda puesta.

Rueda los ojos, va a buscar su pantalón, y se lo pone, a medias ya que no sube el cierre. Busca su corbata, pero no la encuentra.

Odia ese maldito orgullo que aparece en las ocasiones menos oportunas. Trata de anudar torpemente su corbata. La verdad es que nunca le había salido, siempre era Lily, Molly o alguna de sus primas la que la ayudaba.

Camina un poco, en busca de la maldita corbata. Los pantalones se le caen apenas cuando camina.

Sigue en sus vanos intentos de hacer un nudo decente, casi entretenida en ello. Hace y deshace, sin querer pedirle ayuda a el.

Frunce los labios, ya harto. La observa un momento y se rie interiormente. - Necesitas.. ayuda? - Le pregunta, acercandose a ella.

Niega con su cabeza ampliamente, niña. - La pasas por arriba, anudas y listo.. - Susurra como si estuviese sola, tratando de recordar esa, enserio estúpida, canción que sus primas habían hecho. Lo intenta una vez màs, haciendo un real desastre con su corbata.

Niega nuevamente, tranquilo. Se le para enfrente, y toma el extremo de la corbata, y lo pasa por arriba, mantiene aquel borde de esta en su boca, mientras que con sus manos jala la otra parte, manteniendo el nudo. Se aproxima más a ella aún, y suelta la corbata, a centimentros de su rostro.

Antes de mirarlo, observa atenta la corbata y como se hacia o deshacia un nudo de Rose Weasley. - Estaba a punto de hacerla.. - Reprocha en un susurro, niña.