Fiesta de Bienvenida.

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{No si yo puedo evitarlo xD}
-Bueno, es que los dejaron libres de último momento. – Las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba mientras hacia el intento de no reír.

- ¿Te estas riendo de mí Lily? - entrecierra los ojos, ocultando perfectamente sus ganas de lanzarse en el piso y reír como loco.

-Humm, ¿no? – Se encoge de hombros, fingiendo inocencia.

- No me parece - dice, aún serio.

Abrió la boca, fingiendo indignación - ¿Estas dudando de mi palabra? – Dijo dramática, resaltando la palabra “mi”.

- Tú me excluiste, estamos a mano, ¿no? - bromeó. No podía serguir aguantando las ganas de reir.

Lo observa, con el ceño levemente fruncido – No lo sé, tal vez deba pensarlo un poco.- Ni siquiera ella sabia como se estaba aguantando para no reir.

No aguanta, sus labios se curvan en una sonrisa. - Bueno, ya. Dejemos el juego - dijo riendo.

Estaba en su habitación arreglándose para ir. La gran mayoría de sus compañeros habían bajado pero era se estaba tomando su tiempo para arreglarse, total nadie la esperaba allá. Entró al gran comedor vestida completamente de blanco pues estaba disfrazada de ángel. Recorrió el lugar con la mirada, curiosa.

-Esta bien - Se ríe, descargándose un poco.

- Yo sé que me quieres - dice, egocéntrico, sonriendo.

Entra en el Gran Comedor, lo recorre observando la magnifica decoración. Su disfraz consistía en un traje rojo con una capa y unas botas negras. Su rostro estaba medio cubierto por una mascara. Su cabello estaba igual de despeinado que siempre, se había pasado casi toda una hora para intentar arreglarlo pero al final se había dado por vencido. Se dirige a la mesa de bebidas para servirse algo.

Suspira leve, insonoro. Camina por el salón, observando todo, buscando a alguien conocido.

Se sirve una cerveza de mantequilla y se retira a una esquina apartada, mirando a la gente bailar y divertirse.

Llega a la fiesta, con aquellas pistolas en su mano. ¿Quién diría que podría llevar un disfraz muggle?

-¿Que quiero qué? – Pregunta riendo.

A lo lejos reconoce a un chico de Gryffindor, vestido de príncipe azul. Sonríe de lado.

- A mí - dice, sonriendo amplio.

Le da un trago a su cerveza de mantequilla mientras va reconociendo gente, a Rose y al tan llamativo disfraz de Lily Luna. Sonríe divertido.

Mira los disfraces de todo, entre risas por sí mismo. Va a una mesa.

Ya cansada de recorrer el salón, se sienta en una de las tantas sillas.

Asiente – Bueno, eso lo sabes hace mucho. – Ríe - ¿Vamos por algo de tomar? – Pregunta de repente, sonriéndole.

- Vamos, SuperGirl - dice, riendo. Ofrece su brazo, caballero.

Vuelve a beber de su cerveza de mantequilla, su expresión de total aburrimiento.