El viento sobre mi cara ~

Llega con su escoba en mano al campo de quidditch recorriéndolo con la mirada, comprobando que estaba solo. Se subió a su escoba, dando una leve patada y elevándose en el aire.

Dió unas cuantas vueltas alrededor del campo, sintiendo el aire sobre su cara.

Llega al campo de quiddith queriendo alejarse del ajetreo del castillo. Observa que hay alguien volando, no consigue saber quien es. Se sienta en las gradas y saca un libro de su mochila, le apetecía leer un rato.

Da unas cuantas vueltas más, hasta que se cansa un poco. Desciende y camina hacia las gradas, sentándose y colocando su escoba al lado de ella.

Mira como la persona que va en escoba desciende y se acerca a las gradas. Se muerde el labio inferior al ver que es Rose. Suspira y abre el libro.

Recoge su cabello en una coleta, pues tenía un poco de calor. Cierra los ojos levantando la cabeza hacia el sol.

No puede concentrarse en el libro, resopla. Lo cierra y se acerca hasta donde esta ella.- Hola, Rose.-La saluda con una sonrisa.

Abre los ojos, buscando a la persona que la había llamado, encontrándose con Albus. -Hola Al- saluda, sonriéndo de lado.

- ¿Qué tal, linda?-Le pregunta con la vista fija en el campo de quiddith.

-Genial- dice, sencilla. -¿Tú?- lo observa.

- Muy bien.-Le contesta, cerrando los ojos por un momento.

-Me alegro por ti- dice, mirando el cielo.

OFF. Meee voy, vuelvo al rato (:

- Yo también me alegro por mi…-Dice, divertido.

[Okk ^^]

-Oh claro, muy gracioso Sr. Potter- dice riendo divertida, mientras lo observa.

- Lo sé.- Se ríe, volviendo su vista a ella.

-No has cambiado- dice sonriendo, mientras lo mira.

Le saca la lengua, completamente niño.

-Eres un niño completamente mimado- su sonrisa se ensancho, divertida.

- No sooy mimado.-Replica infantil, frunciendo ligeramente el ceño.

-¿Seguro Sr. Potter?- levanta una ceja desafiante, se cruza de brazos.

- Segurísimo, señorita Doyle.-Le dice con el semblante serio, imitándola.

-¿Y qué pasaría si alguien te diciese que no?- pregunta, siguiendo el juego.

- No pasaría nada…-Dice en voz baja, mintiendo descaradamente. Seguro de que no pararía hasta que le dijera que sí.

-No te creo- dice, sencilla, sonriendo levemente de lado.

- No me creas.-Se tumba en las gradas junto a ella, deja ambas manos en su abdomen.