Haz creado un angel verde y gris que se pasea de noche, pero no lo puedes ver ♪

Observa que aún no sale, se acerca a paso rápido. - Scorpius! - Lo regaña, preocupada y autoritaria, sacándolo de abajo del agua aunque el no quiera. Se moja sus brazos solamente.

Tiene los ojos cerrados, y el aire le falta. ¿Esta desmayado? No le contesta, si es que la escucha.

Lo observa así, se quita su túnica para mayor comodidad y lo sostiene para que esté contra la tina. - Scorpius.. - Lo llama. Si algo recuerda de primeros auxilios, es que la magia no es conveniente cuando entra en pánico, por lo tanto, los muggles son mejores.

Se deja caer entre la tina y los brazos de ella. Inconciente.

Se acerca a sus labios, dándole respiración boca a boca. No quiere usar la varita en este momento, entraría en pánico y no recordaría los hechizos bien.

Abre los ojos de a poco, con una sonrisa en sus labios. Se separa de ella, tosiendo.

Se aleja un poco por inercia, lo obseva preocupada.

Se lleva una mano al pecho, sin decir nada más. Eso había estado entre el ahogo y la broma.

- ¿Estás bien? - Pregunta para asegurarse, sin moverse del lugar donde está.

Asiente leve, don apenas dificultad. Lleva una mano a su pecho, aún le falta un poco de aire.

- ¿Seguro? - Insiste, desconfiada. No lo ve bien, y si había sido una broma, probablemente lo abofetearía y se iría de allí.

- Si. - Contesta en un susurro. Cierra los ojos, suspirando. Que acto más estúpido, y sólo para que ella se quedará

Entreabre su boca para preguntarle, pero si no está en lo cierto, quedaría como una enorme desubicada y probablemente la mandaría al demonio, otra vez. Se sienta por ahí, observandolo, calma.

- Vete, Lorcan te necesita. - Dice frío, cortante. No la mira porque sabe que estúpida barrera se le va caer.

Rueda los ojos, suspira. - Voy a irme, cuando tu salgas - Musita, buscando su mirada desde donde está.

Se levanta de su lugar, aún mojado. Camina dónde ella, acorralandola contra la pared. - No voy a irme, Rosie. - Susurra suave, en su oido.

Siente un escalofrío recorrer su cuerpo, no va a ceder otra vez porque las palabras que el dijo anteriormente siguen en su cabeza. - Tendrás que hacerlo.. - Murmura, sin mirarlo.

- Me voy si quiero Weasley. - Contesta, con sus labios en el lobulo de su oreja.

Frunce los labios, tenuemente. - ¿Podrías apartarte? -

- Eso quieres? - Cuestiona, bajando los labios a su mandíbula, besando allí.

Cierra sus ojos por un momento, por instinto, pero los abre al darse cuenta. - Eso quiero.. - Con voz forzada.

Se detiene en su lugar, alejandose de ella. - Vete. - Ordena, furioso.

No va a insistir, no otra vez. Por una vez, las cosas tienen que ser a su manera. Se va de allí sin nada que decir, sabe donde ir.

Se queda allí un momento más, con la furia contenida. ODIA que le digan que no, y más si es ella.