Me gusta la jooda, me gusta el bochinchee (8)

-Paro.. si quieres..- La prueba, más tranquilo ahora. Besando su cuello, con sus manos en su ropa interior baja, quitandosela despacio, tormentoso.

En un movimiento lento, pausado, toma su varita, lanzando un hechizo silenciador en el probador y otro en la puerta para que nadie. No necesita decirlos porque los practica desde siempre. Vuelve a dejar la varita donde estaba.
Jadea necesitada de el.

-Van a entrar.. - Susurra divertido. Pervirtiendola con sus caricias y besos.

- No lo harán.. - Susurra segura de ello. Jadea ante sus caricias, entregando su cuerpo a él, candente.

Sube a sus labios, sin querer oir más que otra coas que jadeos de ella en ese momento. Termina de quitarle la ropa interior baja, loco por ella

Lo ayuda con un leve movimiento de sus piernas, suave. Incitándolo a más. La temperatura de su cuerpo sube. Arde por dentro, y es por culpa de el. Jadea su nombre un par de veces, suave.

Ya no sabe si muerde su propio labio, o el de ella, perdido allí. Lleva sus manos a sus espalda, desabrochando su prenda.

Arquea suave su espalda, apenas un poco. En un suave y corto movimiento de su cadera se roza con el, leve.

Ahoga uno que otro ruido ante sus movimientos. Ella esta completamente desnuda y él aún con toda su ropa, algo tipico. Levanta su mentón, al sentir cada de una de las caricias, mordiendo su labio inferior.

Lleva sus manos a su pantalón, desabrochandolo con agilidad. Sube sus manos a su torso, abrazando su cintura con sus piernas, bajándolas junto con sus pantalones, delicada.

-Te volviste maestra ahora? - Susurra en su oido, ahora la tiene por así decirlo, encima de ella, y la sostiene por la cintura, mordiendo suave su oreja.

- Ajaam - Murmura sonriendo apenas de medio lado,pervertida, estremeciéndose levemente ante sus acciones. En cuestión de minutos lo deja en boxers y casi sin camisa, quitándosela despacio.

-Apurate.. - Insiste, entre jadeos, moviendose quejoso, niño. Más que apresurado.

Ríe suave, despacio. Tira su camisa a un lado, lo abraza por la cintura, bajando sus manos, pervertida.

La deja, apretando la mandíbula. Sintiendo morir ante el deseo que le tiene. Se cohibe solo un poco ante esa casi acción.

Roza su sexo con el de el, tortuosa. Le encanta saber que la desea, porque es una degenerada y lo sabe.

Estúpidos boxers.. piensa interiormente. Ya se tiensa de tanto mantenerse guardando. Ahoga un gemido, siento como se le va el control. La deja de un momento contra su cuerpo y la pared, acariciando su cuerpo rapido, necesitado. Besando sus labios incansable.

Sonrie degenerada en sus labios, bajando sus boxers con ambas manos, con el tiempo justo. Los deja por ahí, no sabe bien donde.

Le busca los labios, desesperado. Emperdernido de manera agotadora con ellos. Su respiración es más que agitada. La deja hacer de él lo que quiera.

Ahora sí, roza su sexo desnudo con el de el, quizá demasiado tortuosa. Saborea sus labios con hambre, lujuriosa.

No solo se dispone a besarla intenso, si no que tambien, a encontrar su entrada. Deseoso de ella, lujurioso. Escucha ruidos afuera, se separa apenas, encontrando la varita de ella en el suelo, con un solo agite los viste a ambos, y la chica entra.
-Por qué se tardaron tanto? - Regaña, frunciendo el ceño. - Problemas con el cierre.. - Musita, cambiando aquella sensación de deseo de un momento a otro.

Calma su respiración de un momento al otro, sonriendole niña y convincente a la muchacha. Tiene profundas ganas de reir por dentro, y de golpear a Scor también.

-Y quiere probarse más.. - No termina antes de que él la interrumpa - No, se lleva ese. - Musita, mirando a la nada. Antes de caminar hasta el mostrador, allí esperaría, hasta que se cambiará,embolsarán el vestido y ÉL pagara, por supuesto.

Frunce los labios, en una sonrisa torcida. Solo espera a que la muchacha salga, calma.

Se queda en el mostrador, tranquilo. Se recarga en este, inexpresivo.