Curioseando ♪

Se detiene, cortando su respiración. - No quieres... De acuerdo - Se separa de ella, repetinamente. Se la queda mirando, clavando una mirada gris, fría.

Se incorpora ya sentada en el escritorio, sin querer mirarlo directamente. Se siente... extraña ante esa mirada tan fría... tan propia de el.

Mantiene su mirada, no es enojo, es, reproche? Frunce apenas los labios, mirandola directamente.

Sostiene su mirada de a ratos, desviándola de vez en cuando. Niña.

-No hay nada más que hacer, vete antes de que tenga pruebas para decirle al profesor - Murmura, sin quitar su mirada de ella.

- No me digas que hacer, no estaba haciendo nada malo - Quedandose en su lugar sin querer hacerle caso.

-Tú eres la del castigo, no yo. - Especta, cortante.

- No pueden castigarme por venir aquí. En todo caso, te castigarían a tí también - Simple.

Se rie, amargo. Castigarlo a él? Si, como no.
- Lo que digas Weasley, - Tira una poción al suelo, era un juego de niños.

- ¿Qué haces?! - Suspira pesado. - Estás loco.. - Murmura.

-No, tú lo estas. Weasley, como pudiste hacer eso con la poción? - Pregunta, finjiendo sorpresa. Sonriendo con malicia.

Frunce el ceño, abre su boca para decirle algo. Prefiere callar para no decirle alguna que otra barbaridad. - Éres odioso.. - Musita mirándolo fulminante.

Gracias.. - Sonrie, sarcastico de más. Se lleva una mano a su cabeza, de golpe. Le duele, y mucho.

Frunce los labios al observarlo, arrugando levemente el ceño. - ¿Qué te pasa ahora? - Pregunta directa, tranquila.

-Nada que te importe Weasley.. - Murmura, se recarga contra una de las mesas, masajeando su sien.

Se acerca a él, solo un poco. - Si me importa.. - Murmura.

Levanta la vista, para luego volver a bajarla, escondiendo así una sonrisa - No, yo se que no te importa - Musita, cerrando los ojos con fuerza.

Rueda los ojos, suspira suave. - Si me importa... ¿Estás bien? - Preocupada ante todo.

-Es, un dolor.. - Murmura, tragando saliva.

- ¿Qué... puedo hacer? - Pregunta, olvidandose en ese momento del odio que le tiene.

-Puedes, alcanzarme mi mochila? - Pregunta, la había dejado a unos en uno de los últimos pupitres.

Asiente varias veces con su cabeza, buscando su mochila con la mirada mientras va revisando los pupitres, encontrándola finalmente en uno de los últimos. Se la alcanza y lo mira, solo esperando.

Toma su mano cuando le entrega la mochila, dejando a aquella en el piso. La atrae contra sí
-Hola, como haz estado? - Susurra, acortando la distancia entre sus rostros

Se sorprende totalmente ante su acción, manteniendo su mirada fija con la de el, practicamente asesina. No le responde, ni siquiera se mueve.

Rie leve, - ¿Así que no me piensas contestar? - pregunta, sin cambiar el tono de su voz.