I'm just a poor boy and nobody loves me ;)

Se queda en los pasadizos cercanos a la Sala Común de Gryffindor ya conocida por experiencia. Recargado en una de las paredes, con brazos cruzados.

Lo había perdido de vista en el camino, pero no tenía tiempo de buscarlo ni nada por el estilo. No podía andar toda la vida disfrazada de Geisha por todo Hogwarts.
Va por los pasillos para ir a su SC, agradeciendo internamente que aún no hay alumnos por ahí.

Hace sonar sus nudillos, riendose apenas sonoro por su disfraz de policía. Piensa cuantas chicas hubieran caído si no se hubiera ido con Rose. Pero, de cierta forma, no le importaba tanto.

Dice la contraseña, lo justo y suficiente para que ella escuche y quizá alguien que esté cerca de ahí. Espera, tranquila mientras la Dama Gorda habla incansable.

Escucha su voz, asoma la cabeza por detrás de la pared. Sonrie de lado, frunciendo los labios.

Repite la contraseña firme, un poco màs fuerte esta vez. Finalmente entra, llendo directamente al pasadizo que tanto frecuenta.

Se para enfrente del cuadro, dice lo que ella. Y antes de que empezara a regañarlo por ser de otra casa, él la alaga, el cuadro se acongoja, dejandolo pasar. Con todas y todo funcionaba.

Antes de entrar a 'su lugar', deja esos zapatos tan incómodos bajo el sofá. Ahora sí, se asegura de que no haya ningún Gryffindor por ahí, se adentra al pequeño cuartito secreto que hay en la SC.

Llega a tiempo para verla entrar a ese, lugar? La sigue, sigiloso. No podía ocultar su piel entre la oscuridad.

Llega finalmente a ese 'santuario' como Lily y ella lo llaman. Aunque apenas es un cuarto oscuro con un sofá viejo. Se recuesta en el, cómoda, paseando su mirada por ahí, buscando algo interesante en toda esa oscuridad.

Termina de recorrer el pasillo, entrando en la habitación. Se escurre despacio y despreocupadamente, por allí, cuidadoso.

Escucha alguno que otro ruido, no le presta demasiada atención. Le encanta estar ahí, tan relajada. Pensando en sus cosas.

Se para detras del sofá donde ella estaba, acerca su boca a su oido - Fantasear conmigo mentalmente, no hará que se haga real - Susurra, dejando su aliento allí.

Se sorprende, sí que lo hace. - Puede dejar de ser una fantasía. Aunque no depende de mí.. - Murmura, sin saber realmente porqué dijo eso. Está sonrojada, pero se alegra por la oscuridad del lugar.

Sonrie de lado, divertido. Deja una mano en su mejilla, sintiendo la minima temperatura de aquella. Se da vuelta al sillón, y se acomoda a su lado, más bien, acorralandola entre los almohadones, y su propio cuerpo.

Sonrie de medio lado apenas, se mueve apenas quedando a su total disposición.

Recorre con su cara desde su vientre a su cuello, sin dejar de mirarla y sin llegar a tocarla. Esperando el tiempo justo y necesario. Sabiendo que ambos se morián por que el momento sea ya.

Suspira, entreabriendo su boca apenas. Lo sigue con la mirada, reflejando su inocencia en ésta.

Deja sus brazos al costado de su cuello, dispuesto a bajar. Posa sus labios en su cuello, sin antes relamerse.

Cierra sus ojos, suave. Estremeciendose apenas al sentir sus labios en su piel, justo en su punto débil.

Besa allí, despacio. Recorriendo con sus labios humedos.

Ladea su cuello solo un poco, entre suspiros suaves. Dejándose hacer por el, delicada.

Sube a su mandibula, mordiendo un poco, leve.

Apenas se mueve, por el poco espacio que tiene y porque prefiere dejarlo a él, por ahora.

Busca sus labios, más veloz. Saboreandolos con suavidad, pero fiereza.