Rose Weasley, interna. Causa: Celos.

- Tienes pecas o no? - Contesta, antes de besar su mejilla. Demasiado cariñoso para lo que es él.

{Me fuui (L}

Suspira, resignada. Sonrie niña, dejandose mimar por el.

La estrecha en sus brazos, con sumo cuidado. - Te curarás pronto. Y si no, bueno... Puedo mantener tu mente y otras cosas ocupada por un rato.. - Tiene una sonrisa completamente desinivida y gamberra en su rostro. Presumido como un Malfoy que es.

- No lo creas - canturrea, infantilmente maliciosa. Se acomoda, cómoda y lista para dormir si lo quisiera, con poca atención a la enfermera que está al otro lado.

- No te lo demostrará, por que no voy a lastimarte. - Determina, aún con aquella sonrisa. Acariciando su cabello, y enredando sus dedos en este. - Pero espera.. - Susurra en su oido, divertido.

Se rie suave, serena. - ¿Enserio quieres quedarte? - Pregunta, comenzando a cansarse, probablemente va a dormirse con el, pero no quiere que se sienta obligado.

La mira un momento, serio ahora. - Te dejaré dormir. - Contesta, separandose apenas de ella. Incorporandose en la cama.

- No quiero que te vayas, pero van a regañarte por esto - Explica, manteniendo la calma que aveces él no.

- Lo sé. Adiós. - Hace un ademán con la mano, alejandose de la cama. Desinmoviliza a la enfermera, para luego salir de allí, veloz.

Pucherea leve, se acomoda en la cama, cubriendose hasta la altura de los hombros. No hace movimientos bruscos, se duerme allí mismo.

Pasa la noche así, sin moverse, apenas para acomodarse. Cuando se despierta, no se da cuenta de que hay algunas pequeñas gotas de sangre en la almohada. Si, una de las escondidas heridas detras del cuello. No le habían dado nada para que salga rápido de allí, al contrario.

Había estado en la puerta de la enfermería desde antes que ella despertara, sigiloso como la serpiente que era. Ya se había encargado de Brooke la noche anterior, luego de su escape tan repentino y molesto. No quiere pensar en los detalles con los cuáles se vengó, pero si sabe que fueron más que satisfactorios. Aún la mira, con una sonrisa leve, ladina.

Frunce el ceño, le hace caso omiso a ésto, como si estuviera acostumbrada o algo por el estilo. Parpadea varias veces, intentando despertar del todo, aunque no tenga que hacerlo.

Se queda en su lugar, piensa en irse por un momento, pero decidide que no era lo mejor, que ella tenía que saber que él había estado allí. Camina entre medio de las camillas, deteniendose a un costado de la de ella.