Haz creado un angel verde y gris que se pasea de noche, pero no lo puedes ver ♪

- Y yo le diré a Albus, y alguien va a matarte. - Dice, estremeciendose ante su contacto en su espalda. Extrañaba eso, realmente. Pero no era momento de placer.

- No te atreverías a decirle.. - Musita, dudando de ello.

- No me pruebes.. - Sisea, frío. Él puede hacer lo que quiera, es un alma libre por suerte. Pero ella? Bajo todo el clan Weasley-Potter, si claro.
- El hecho es este, terminaré en una cama con Brooke. Y tú, hagas con quién lo hagas, nadie te dará el mismo placer que yo.

- Ahaam... - Asiente despacio, tranquila. Sube sus manos a su cuello, paseando su mano por allí, provocandole escalofríos en todo su cuerpo, o eso espera. - Y sabes que cuando estés con Brooke, no podrás olvidarte de esta Weasley.. -

Tiensa un poco la mandíbula, manteniendose así. - Tú crees? - Pregunta, con un tono de voz completamente sensual y gamberro.

- Si, yo lo creo - Continúa con sus inocentes caricias, como si nada. - Y si crees que tú eres la única persona que puede complacerme, puedo mostrarte un video sexual con mi participación ahí - Murmura irónica, pero creíble.

- Y dejame pensar, es bizarro? - Bromea, recargandose en el borde de la tina. No sabe porque pero empieza a haber espuma.

- Mi participación ahí, y Lorcan Scamander, sin dudas. Podrás ver ahí, que tus palabras, son erróneas - Lo escucha, pero hace caso omiso a sus comentarios. Agrega esto como si fuera lo más natural del mundo.

Abre la boca, apunto de decir una completa desubicadez de él y Brooke, peros calla. Permanece con una sonrisa en la boca. - Sabes, recordar momentos con aquella rubia es lujurioso. - Dice, tranquilo. Hecha la cabeza hacia atrás, mirandola.

No puede evitar que una pronunciada mueca de disgusto se dibuje en su rostro, asqueada y celosa, lo mismo para el momento.

Levanta una mano, apenas mojada. Acaricia la mejilla de ella, con una sonrisa arrogante. - Celosa, Weasley? - Debe ser la pregunta que más seguido se hacen.

- Para nada - Musita, descarada y muy mentirosa.

- Enserio? Pues tu rostro dice todo lo contrario. - Evalua, acariciando sus labios con la mano que antes tenía.

Aleja minimamente su rostro, orgullosa. - Mi rostro miente - Se excusa, cria.

- Yo creo que los celos van a caaarcomerte. - Canturrea, masculino. Cierra los ojos, dejando que el agua caliente lo relaje, y que la espuma lo tape.

Toma su varita, la guarda en el bolsillo de su túnica. Tiene calor hace bastante, pero permanece con su uniforme. - Tu crees demasiadas cosas -

Y todas verdaderas. - Musita, aún con ojos cerrados. - Es el momento en el que te desvistes y entras. Para luego darme una sorpresa. - Inventa, descarado como él sólo. - Ah cierto, prefieres ir con el Scamander..

- Al fin! Era momento de que aprendieras, de que no éres el ombligo del mundo, ni nada parecido - Exclama, sorprendida. - Ahora, debo irme. Siento no quedarme a festeja contigo, pero Lorcan me está esperando - Sincera, o eso parece.

- Vete. - Musita seco, no le va a pedir que se quede. Se mete completamente debajo del agua, tapandose con la espuma.

Se encoge de hombros. Una pelea de tercos, no es de su agrado ahora. Se encamina hasta la puerta. La verdad es que Lorcan la está esperando, pero no precisamente para las cosas que ella dijo o el piensa.

Se queda allí, quieto. Sabe y a la vez no sabe lo que hace. Tiene suficiente aire al menos.

Mira de reojo, no lo ve salir. Deshace el hechizo que la puerta tiene, pasiva.

El aire se le va acabando de apoco, pero intenta quedarse allí.

Frunce los labios, abre la puerta, con todo el tiempo del mundo.

Va a ahogarse si sigue así, pero es un maldito jodido.