El deseo te traiciona, y te juega para otro lado.

Llegan al lago, no habián hablado en todo el camino. Realmente el los había llevado hasta allí, quería relajarse.

No quiere preguntarle nada ni decir algo que lo moleste más de lo que está. No le agrada demasiado verlo de mal humor, pero tiene otro nivel de... encanto.
Lo sigue, tranquila.

Se recarga en un árbol cercano a la orilla del lago, mirando allí. Un tanto ido.

Se sienta a su lado, aunque manteniendo distancia. Permanece en silencio.

Bufa, separandose del árbol y comenzando a caminar donde su vista. Se quita la corbata mientras permanece en el cesped, para luego adentrarse en el agua.

Lo sigue con la mirada sin reprocharle o cuestionarle nada, mordiendose leve el labio.

Llega donde el agua tapa apenas su abdomen, mojando sus labios, serenandose.

Se abraza a sus rodillas mientras sigue cada uno de sus movimientos con su mirada. No detallista, sino que.. de otra forma.

Junta ambas manos para llenar de agua el hueco que se forma entre ellas. Las lleva a su cabello, dejandola caer, mojando no solo su rostro, si no tambien, apenas su cuerpo.

Se muerde el labio, curvandolos en una sonrisa torcida al verlo.

Hace eso repetidamente, mientras mueve su cuello de lado a lado, estirandose.
Su camisa ahora, empapada, se confunde con su pecho.

Mantiene esa expresión en el rostro, gustosa de verlo así porque ahora sabe, que sí estan solos.

Se despeina el rubio cabello, perdido de sobra. Se quita la camisa, dejandola en su hombro.

Se descalza en su lugar mismo, dejándo sus zapatos negros junto al árbol. Silenciosa, y MUY.

Sigue con lo mismo de antes, llenando sus manos de agua, y mojandose a sí mismo. Acaricia su cuello.

Observa los botones de su propia camisa sin prender. Desabotona los restantes, simple.

Se cree solo, que hasta Rose se fue. Desabrocha los botones de su pantalón pero no se lo quita.

Lo observa detenidamente, degenerada, caradura como solo es ella en ocasiónes, por ejemplo, ésta.

Se adentra solo un poco más al lago. Hecha la cabeza un poco para atrás, llevando sus brazos a su nuca.

Ladea apenas un poco su cuello, sintiendo su cuerpo estremecerse solo con verlo.

Frunce los labios, sintiendo que el agua, estaba ahora más fría en ese lugar. Pero no le importa mucho, ya que su piel tiene la misma temperatura. Baja su pantalón en un agil movimiento, sin dejar la elegancia.

Se levanta y se acerca a la orilla, sentandose allí. Sumerge sus pies en el agua, hasta sus rodillas con sumo cuidado y silencio.

Ni mira para asegurarse que este solo. Planea darse un buen baño, realmente. Se quita el aquella prenda y con esa los boxers azul marino y los mete dentro del pantalón. Por el peso de la tela estos quedan a sus pies, pero no le presta mucha atención. El agua comienza a amenazar con dejar que ver.

Frunce los labios, sonriendo degenerada. Se quita la camisa dejandola a su lado, baja el cierre de su falda, se la quita junto con su ropa interior baja. Deja su vestimenta junta e ingresa al agua, MUY silenciosa, en sostén aún.

Deja una mano en su hombro, casi en su cuello. Con ojos cerrados, tranquilo de más.