Curioseando ♪

¿Qué hace una Weasley en el aula de pociones antes del comienzo de clases? Definitivamente esta al horno si el profesor o un Sly la ve ahí.
Solo curiosea, detallando todo con la mirada con un paso tranquilo.

-Weasley? Qué hacés aquí? - Pregunta, con su voz profunda, separandose de la pared donde estaba recargado. Con ese tipico tono de asco heredado de su padre.

Se sobresalta solo un poco al reconocer la voz de Scorpius, volteando para mirarlo orgullosa. - ¿Acaso te importa? - Pregunta tranquila.

-Pues claro, como no me va a importar - Frunce los labios, ironico. La furia lo hacía hablar sin pensar. No era algo común en él.

Enarca ambas cejas, se cruza de brazos apoyandose apenas contra el escritorio. - ¿Y porqué te importa? - Curiosa.

La mira unos momentos - Y por qué te importa que a mi me importe? - Pregunta, sonriendo de lado.

- Me importa porque a tí te importa algo que no debería importarte - Contraataca tranquila, medio mezclandose con sus palabras.

-Entonces te importa lo que a mi me importe, Weasley? No veía eso en ti.. - Musita, sereno. Astuto de más. Se pasea por la habitación.

- Al contrario, en lo absoluto no me importa lo que a tí te importe - Orgullosa, sin seguirlo con la mirada.

-Deja de contradecirte, dijistes que te importaba porque a mi me importaba algo que no debería importarme, me importe o no, de todas formas no debería importarte a tí si me importaba o me dejaba de importar - Le hace caso omiso a el hecho de repetir tantas veces esa palabra - Perdona que repita tanto es que.. es capaz que no entiendas, digo.. - Se hace un golpe en la cabeza, señalando lentitud.

- Por supuesto que entiendo, no soy como tú - Peleadora. Suspira pesado. - El hecho es, que no me importa lo que a ti te importa y no deberia importarte a tí si me importa o no lo que a tí te importa ya que te estaría importando que a mi me importa algo que a ti te importa -

Se para frente a ella, toma su mejilla entre sus dedos y la estira, suave - Yo no dije que me importara, sólo me sorprendió - Dice, como a los niños. Se aleja nuevamente.

- No hagas eeso - Reprocha fulminandolo con la mirada. Si hay algo que odia, es que la traten como a una niña o algo parecido.

Le da la espalda, esboza una sonrisa triunfadora. No hay nada mejor que una Weasley diciendole que hacer o que no. Se da la vuelta, mirandola. Se acerca más a ella - Qué cosa? - Pregunta, posando su mirada gris en ella.

Entrecierra los ojos apenas, con una mirada asesina bastante caracteristica con el. - No pongas tus manos en mis mejillas - Explica hablandole leeeento para que entienda, calma.

-Por qué no? - Pregunta, posando sus fríos dedos nuevamente en su mejilla, apenas rozandolas.

Se estremece apenas un poco, dejando sus manos a los costados de ella apoyadas contra el escritorio al igual que ella. - Porque no quiero - Explica simple.

Enarca una ceja - Juraba que no quieres que lo haga - La prueba. Incomoda era su mirada? A ver si de algo le servía.

- ¿Puedes dejar de hacer eso? - Pregunta simple, contra el escritorio.

Igual a su prima, piensa, interiormente. - Juralo - Ordena.

- Deja de hacer eso - Le dice firme, manteniendo su postura anterior.

-Juralo, Weasley... - Especta, no estaba dispuesto a parar. Baja su mano de su mejilla, dejandola en su cuello.

¡Rayos! Había dado en su punto debil. Su única debilidad no conocida, justo él tenia que hayarla. ¿Acaso era eso posible? Se estremece, solo con eso. - Deja de hacer eso - Repite.

-No voy a hacerlo, por que se que lo quieres.. - Baja sus labios a su cuello, sin llegar a tocarlo. Respirando en él. Esa simple respiración gelida.

Suspira suave, se muerde el labio inferior, leve. Se echa solo un poco màs hacia atrás, para que se aparte. - No quiero... que hagas eso - Murmura.