Never so boring ~

Cierra los ojos por un momento, intentando tranquilizarse y evitando dar todo un espectáculo en aquel lugar – Eres un asco – Dijo, fulminando con la mirada. Dio media vuelta, encaminándose a las escaleras, para salir de allí.

La alcanza, agil. Se le para enfrente - Veo que, no hay familia que no caiga, Potter, Weasley, qué más haré conmigo? - Pregunta, acariciando su barbilla con su dedo, cerca de ella.

Aparta su mano, con frialdad – ¿Sabes que podrías hacer contigo? Subir a la torre de astronomía y saltar desde allí, seria la mejor acción que podría hacer en toda tu vida.

-Lily, pero me lastimaría, no quiero dejarte sin mi.. - Niega, sonriendo de lado - A quién acudiras cuando nadie quiera estar contigo, eh? - Pregunta, frunciendo los labios.

-¿Y que te hace creer que nadie querría estar con migo? – Lo mira fulminante, enfadada, alzando su tono de voz.- Eres un tonto, necio e insoportable y me harías todo un favor desapareciendo de mi vida.

-Desaparece tú si tanto te molesto - Se queja, encojiendose de hombros.

-¿Qué crees que hacia antes de que me detuvieras? – Pregunta obvia, arqueando una ceja.

-Haciendote la dificil para que te fuera a buscar.. - Dice simple, riendo.

Suspira, rodando los ojos – Por favor, como si de verdad me importara que lo hicieras.

-De que te importe, a qué te guste... hay dos pasos cierto? - Pregunta, volviendo a acercarse a ella.

-¿Y crees que me gusta que me humilles una y otra vez? – Lo fulmina con la mira.

-No creo que sea eso lo que te gusta - Sonrie de lado, acariciando su espalda.

Su expresión se suavizo un poco – Malfoy – Dijo con lentitud y paciencia.

-Potter - Repite, de la misma manera - Vamos, haz cartón lleno del juego, lindura - Murmura, alegórico como pocas veces.

-¿Sabes qué? Tal vez tengas razón, debería hacer cartón lleno – Murmura, acercándose un poco más a el.

Se aleja un paso - A mi no me engañas, que haces? - De ella, eso? No claro que no.

-Yo – Se lleva una mano al pecho, con inocencia – Solo te hacia caso, pero ya que no quieres... – Se encoge de hombros, dándose vuelta y comenzando a subir las escaleras.

Entrecierra los ojos, desconfiado. Era mejor que se fuera, así las aguas se calmaban. Sale de allí, por el lado contrario.